lunes, 21 de febrero de 2011

COMO LA INTELIGENCIA DESCUBRE LO MAS OCULTO DE LOS HOMBRES

No basta que una mente sea equilibrada en sus juicios y razonamientos para que podamos considerar a la inteligencia desarrollada por completo.  Cuando hablamos del hombre como amo del cuerpo, notamos que es un espíritu encarnado, mezcla original del alma y cuerpo unidos íntimamente en una unidad indisociable. Ello nos dice que si la capacidad de pensar nos viene de lo que hay en nosotros de sutil, es decir, del espíritu, éste, sin embargo, jamás se aleja de nuestro cuerpo, y aún en la operación de pensar se resiente de esta vecindad que la impregna de pesadez y localización en el espacio y en el tiempo con que ella lo agobia.

Hay, por esto, como una contradicción en el seno de la inteligencia: por una parte, lo que ella toca se reviste siempre de inmaterialidad, de transcendencia; por otra, le pesa y le atrae lo sensible, lo material y concreto. Ésto nos explica por qué la inteligencia, en ciertas operaciones, sólo se siente incómoda ante objetos determinados, y por qué razonamiento, sobre todo deductivo, halla su campo adecuado cuando versa sobre la materia que lo abstrae de lo concreto.
"EL HOMBRE JUZGA, RAZONA. COMPARA, ESTABLECE VALORACIONES, DESCUBRE AFINIDADES, ASOCIA LAS IDEAS, DOMINA EL PRESENTE, RESUCITA EL PASADO, PRESIENTE EL FUTURO: LA INTELIGENCIA HA HECHO DE ÉL CASI EL AMO DEL UNIVERSO"

No hay comentarios:

Publicar un comentario